Friday, December 21, 2007

Todo lo que escribo

“Y pensar que lo que escribo puede ser tan importante que toque algún corazón…”

Creo que si, que potencialmente algún día tocaré algún corazón con lo que escriba. Aunque también pienso, que como los superhéroes, los escritores, los pensadores y las personas que cambiaremos el mundo tenemos una obligación mayor que nos impide abrocharnos a alguien. Porque nuestra causa siempre es mayor a la persona. Y después de haber entendido esto, sólo me queda el esperar que yo sea un fraude, que con 30 años recobre el camino y el espíritu. No puedo ser tan egoísta. Conmigo misma. Lo que creo es que hay una causa que me espera, y debo dedicarme en cuerpo y alma a ella. Como a Dios. Pero la causa es mucho más importante que Dios (perdón por la blasfemia). Es la humanidad.

No podría exigir de nadie que quiera tanto como yo, que sea tan radical, ni tan infeliz. Pero, al final del día, ¿la humanidad merece la pena? Yo creo que sí. Creo que cada insignificante persona que se salva responde a “the juice is worth the squeeze”.

La hoja comienza a ablandarse por el agua; yo, con el calor, comienzo a desvanecerme. Por un momento, demasiado largo para mi gusto, pienso que podría dormirme ahora y no despertar. Es un sueño dulce, de ron, de sueños, de esperanzas, sin miedos.

Todo lo que hay a mi alrededor se empaña y se desvanece y soy una pluma que vuelta alto para caer bajo, como una piedra.

Si hubiera sido hombre en el diecinueve me habría llamado Rimbaud. Sé que soy buena, que mis palabras enganchan, que son como una droga, incluso para mí misma. Me he vuelto adicta a mis propios pensamientos, a las mentiras que yo misma me cuento.

He llegado a tal nivel de egocentrismo que ya creo que escribo bien. Que soy genial. El efecto del alcohol no se hace esperar. Caigo en un género de auto complacencia poco sano, pero, a la vez, auto imbuido. Quién soy. Qué voy a hacer. Quién quiero ser.

Y pensar que alguien podría llegar a leer esto algún día, y sentirse, no identificado (no pido tanto), sino tocado por estas palabras de desesperación que no cesan de brotar de mi interior.

Me hunden las palabras igual que lo hacen las ideas, como intentando demostrar que son fuertes, a pesar de que eso yo ya lo sé. Siempre he abogado por la palabra, no por la espada. Pierdo el hilo rojo. Pierdo el hilo de consciencia…

[Reflexión acontecida esta tarde.]

Ausente / No disponible

Sé que he estado ausente mucho tiempo, pero es que he tenido muchísimo entre manos. ¡Y yo que me quejaba de que mi vida era poco intensa! Desde la bibliomorsa, pasando por las tardes y tardes de mus, el viaje a París!!!, las sorprendentes notas, los cientos de cuestionarios, el concurso de retórica... Este mes ha sido de infarto, pero bien ha merecido la pena. Por el camino he descubierto y redescubierto a muchas personas que me han hecho la vida más difícil en casos, más fácil en otros, pero siempre más interesante y más worthwhile. Gracias. Ya estoy de vuelta.