Y sí, el ser. Empiezo ambiciosamente, porque también mi meta es ambiciosa. El ser es el gran enigma de nuestra existencia. Es curioso porque nos pasamos toda nuestra vida siendo, y mientras tanto, cuestionándonos que somos o que no somos. Empleo la primera persona del plural con esperanzas, pero sé con certeza que muchas personas no se paran a mirar, en su autocomplaciente vida, a los lados de la carretera, a aquello que hay más allá de estereotipos, de ideas, de comentarios, de salidas de viernes noche, para descubrir la Verdad.
Para mí, el ser es energía. Cuando nacemos nos es insuflado el espíritu vital, con el que debemos propulsarnos en nuestro camino por la vida. Ocurre en la vida de una persona, como en estos momentos en la mía, que me pregunto si realmente tengo espíritu vital, si hay algo que me retenga en este mundo, si hay una razón por la que yo, y no otra persona en mi posición y situación está en mi lugar, haciendo lo que yo he venido a hacer. ¿Me queda espíritu vital, con 21 años recién cumplidos, y todo que ganar y todo que perder? Los mayores dirán que tengo todas las cartas, que puedo jugar como quiera, órdago irracional a chica o mus negro estratégico. Pero los mayores se olvidan que vivimos en su mundo, y a través de él tenemos que hacernos paso, si queremos un día vivir en nuestro mundo.
Se me está yendo un poco la pinza. El caso es que algunos eventos que considero irrevocables y que han ocurrido recientemente me han hecho cambiar de punto de vista. No radicalmente, eso nunca es así. Pero sí que he pivotado levemente en mi concepción de las cosas, y me siento llena de energía, pero a la vez conservo la percepción de que debo algo. Al universo, por así decirlo. Así que me dispongo a dar.
Para mí, el ser es energía. Cuando nacemos nos es insuflado el espíritu vital, con el que debemos propulsarnos en nuestro camino por la vida. Ocurre en la vida de una persona, como en estos momentos en la mía, que me pregunto si realmente tengo espíritu vital, si hay algo que me retenga en este mundo, si hay una razón por la que yo, y no otra persona en mi posición y situación está en mi lugar, haciendo lo que yo he venido a hacer. ¿Me queda espíritu vital, con 21 años recién cumplidos, y todo que ganar y todo que perder? Los mayores dirán que tengo todas las cartas, que puedo jugar como quiera, órdago irracional a chica o mus negro estratégico. Pero los mayores se olvidan que vivimos en su mundo, y a través de él tenemos que hacernos paso, si queremos un día vivir en nuestro mundo.
Se me está yendo un poco la pinza. El caso es que algunos eventos que considero irrevocables y que han ocurrido recientemente me han hecho cambiar de punto de vista. No radicalmente, eso nunca es así. Pero sí que he pivotado levemente en mi concepción de las cosas, y me siento llena de energía, pero a la vez conservo la percepción de que debo algo. Al universo, por así decirlo. Así que me dispongo a dar.
1 comment:
Por lo que veo esta sección está dedicada al SER. Lo que eres, lo que crees que eres, lo que piensan q eres, lo que serás, que hacer, y como trazar los caminos...
Esto tiene mucho camino por recorrer y muchos giros para dar.
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