Esta película es absolutamente delirante. Craig Gillespie (segunda película después de Mr. Woodstock) cuenta la historia de un joven Lars (Ryan Gosling) que vive enfrente de su hermano y su cuñada (Paul Schneider y Emily Mortimer) y que un buen día, ante la soledad, se compra una muñeca hinchable, le pone de nombre Bianca y decide que todo el pueblo tiene que interactuar con ella como si fuera de verdad.
Lars: Oh, she's wonderful. Gus and I are very lucky with women - she's wonderful. But she...
Dagmar: That's okay, let's find you something to read
Lars: No, it's just… between us?
Dagmar: Of course.
Lars: I'm worried about her. I think she has a little problem.
Dagmar: Oh, well, maybe you shouldn't tell me.
Lars: No, that's okay. It's just, and I think it's because she's insecure, it's just, she's just always trying to hug everybody. You know, some people don't like that. Some people don't like to be hugged. But she doesn't realize that. She takes it personally, and, it hurts her feelings. I don't know what to do about that. Do you?
Dagmar: It's such a comfort sometimes, just to have somebody's arms around you. Don't you think?
Lars: No.
Dagmar: It feels good.
Lars: It does not feel good. It, it hurts.
Dagmar: Oh, like a cut, or bruise?
Lars: Like a burn. Like when you go outside and your feet freeze and you come back in and then they thaw out? It's like that. It's almost exactly like that.
Paul Schneider (que hace de “Gus”) ya había dado la campanada en el cine indie (en el cine comercial lo recordamos como el padre del hijo feroz, y primo de Orlando Bloom en “Elisabethtown”, que quiere que su hijo siga sus pasos y también, como él, se convierta en una estrella de rock), pero de nuevo los personajes de rabia contenida, desesperados pero de buen corazón se le dan bien y da la réplica perfecta a una Emily Mortimer embarazadísima que es adorable como la cuñada que siempre se preocupa por Lars.
Destaco a Patricia Clarkson, la psicóloga, que demuestra ser tan sabia como humana, dejando entrever también su dolor y al final llegando a la conclusión de que todos somos humanos, todos reímos y todos sufrimos, pero algunos tienen el coraje, como Lars, de mostrarse cual gato panza arriba.
Por último, un momento espectacular entre los dos hermanos (el mayor que quiere dejar de hacerse cargo del pequeño y seguir con su vida propia y el pequeño que sigue mirando al mayor en búsqueda de consejo), otra química muy lograda en la película, que recomiendo a los amantes del cine indie porque es auténtica y a los que no tienen ni idea del cine indie, porque esto resume bastante bien la idea del mismo y ejemplifica todo lo que éste defiende y los cineastas españoles podríamos tomar nota:
Lars Lindstrom: That you were a man.
Gus Lindstrom: Ahhh. I couldn't tell ya.
No comments:
Post a Comment